viernes, 7 de noviembre de 2008

Soundtrack de mi vida.


Desde pequeño, siempre me pregunté porque en la vida no existía ese exquisito acompañamiento que podía percibir en mis películas favoritas y en las novelas que tanto le gustaban a mi madre, si, siempre tuve la necesidad de sentirme acompañado por el tema indicado en el momento adecuado, ¿por que si mis personajes favoritos sufrían o eran felices con una canción ad-hoc de fondo, yo no podía disfrutar de esa sublime sensación?, créanme o no, desde muy pequeño ya me cuestionaba eso.
Al crecer me di cuenta, que claro, es solo ficción como me decían los adultos. Que triste me sentía cuando en momentos de máxima adrenalina, no sonaba de fondo por ejemplo, Go Home de Ten Years After o quizás Raining Blood de Slayer, también por que no cuando lograba ganar en un vídeo juego desde algún lugar sonaba We Are The Champions de Queen, no, solo estaba esa música bastante bizarra y chillona que poseían los primeros vídeos "buenos" de mediados de los 90'... Por que cuando tenía que pelear no sonaba Eye Of The Tiger, para sentirme como todo un Rocky nacional o mejor aún, en momentos de extremada pena, no sonaba el Untitled 1 de Sigur Rós, las incontables veces que en momentos de furia y desesperación quise destruir todas y cada una de las cosas que habían en mi pieza teniendo de fondo Comfortably Numb de Pink Floyd y emular a Pink ordenando todos los trozos destrozados de una manera desquiciada. No, solo silencio, quizás esa sea la razón del porque a veces simplemente no soporto el silencio.
Gracias a mi buena memoria musical, cuento con una de las mejores bandas sonoras que conozco, mi cabeza, desde pequeño mi madre me decía que no comprendía la cantidad de ideas que podía tener en mi cabeza al mismo tiempo, puede ser que sea un rasgo heredado de mi padre, no lo sé, en realidad no tiene importancia, el punto es que no existe momento en el que me detenga a pensar algo, en el cual no haya una canción exactamente reproducida en mi cabeza, se que podría salir sin mi mp3 a la calle y solo escuchar mis musicales pensamientos, mas, esta gran virtud se contrasta casi a muerte con mi mayor defecto, me distraigo con el detalle mas ínfimo, por lo tanto como se imaginarán sería una reproducción bastante interrumpida.
En fin, no sé que tanto sentido tenga esto, pero hoy en la mañana me hice la siguiente pregunta: ¿Que importancia tiene en mi la música? y vaya que la ha tenido la tiene y la tendrá, porque lo cierto es que sueño, vivo, duermo y hasta ingiero desesperadamente la mayor cantidad de música que pueda diariamente, si bien ya no es el tope de mis prioridades, seguirá por siempre siendo una de las cosas que más amo en la vida y si la vida pudiese tener música de fondo, sería tan extensa mi recopilación, contaría con innumerables volúmenes el soundtrack de mi vida.

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